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¿Cuál es el origen de los huevos de Pascua y por qué hay un conejo?


Lo habitual actualmente es verlos recubiertos de chocolate, pero su origen se piensa que puede estar incluso en la prehistoria. El huevo siempre ha sido un símbolo para la humanidad, teniendo varias acepciones a través de las civilizaciones. Hoy queremos desentrañar el origen de los huevos de Pascua y por qué son de chocolate y están decorados.

El huevo ha simbolizado desde hace miles de años la vuelta a la vida. En la mitología antigua estaba representado con el ave Fénix, por ejemplo. Con la llegada del cristianismo, se adoptó la tradición del huevo para rememorar la Resurrección de Cristo en Pascua. De aquí el nombre que ahora se le otorga: huevo de Pascua.

Durante la Edad Media se daban huevos en Pascua a los seres queridos. La Iglesia prohibió comerlos entre los siglos XI y XVIII porque se consideraban carne. Por ello, la gente empezó a conservarlos cocidos, decorándolos y protegiéndolos con una capa de cera. Poco a poco, el concepto fue evolucionando, pero manteniendo la misma idea de regalo el Domingo de Pascua.



El huevo de Pascua y el conejo


conejo con huevos de Pascua
El conejo y los huevos representan la fertilidad
El conejo de Pascua hizo su primera aparición en la obra de Georg Franck von Frankenau Acerca de los huevos de Pascua, en 1682. Ahí se hacía referencia a una liebre que traía los huevos en la región de Alsacia. Este conejo portaba una canasta con huevos decorados y dulces, que iba entregando a los niños la noche antes del Domingo de Pascua.

El por qué un conejo es un gran misterio, pero las teorías apuntan a que se debe a su capacidad de procreación. El huevo ha sido un símbolo de fertilidad, y el conejo empezaba a tener las camadas en primavera, después del invierno. Poco a poco se fueron relacionando ambos conceptos hasta nuestros días. Respecto al chocolate, fueron los pasteleros alemanes, allá por el siglo XIX, los primeros en empezar a hacer figuras suyas.