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ATON / Cooperativa |
A un año del devastador megaincendio que arrasó con parte de la Región de Valparaíso, dejando un trágico saldo de 137 personas fallecidas y miles de damnificados, la frustración de los afectados persiste ante la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades. Hasta la fecha, solo 40 familias han accedido a proyectos de integración social y territorial, y de las más de 3.000 viviendas dañadas, apenas 78 han sido entregadas.
La insuficiencia de estas medidas ha motivado nuevas manifestaciones. Vecinos de las zonas más afectadas, como Quilpué, Villa Alemana y Viña del Mar, se congregaron en la entrada de El Olivar, en Viña del Mar, para exigir soluciones efectivas. La protesta busca visibilizar la lenta respuesta gubernamental y la precariedad en la que continúan viviendo muchas familias.
En un acto de mayor presión, un grupo de damnificados anunció el inicio de una huelga de hambre indefinida, que comenzará esta noche. Su objetivo es forzar un compromiso real por parte de las autoridades para acelerar el proceso de reconstrucción y mejorar las condiciones de vida de los afectados.
El petitorio de los manifestantes incluye diez puntos clave, entre ellos la entrega de un bono de acogida universal, acceso a servicios de salud integral para los damnificados, un mayor apoyo en el proceso de reconstrucción y una participación más activa del gobierno central en la gestión de la emergencia. Asimismo, exigen que se asuman responsabilidades políticas y civiles por la gestión de los incendios, y que los ministerios mantengan una presencia constante en las zonas afectadas.
La protesta refleja no solo el descontento por la falta de soluciones habitacionales, sino también la demanda de justicia y rendición de cuentas por la ineficiencia en la respuesta a uno de los desastres más graves de la última década en Chile.
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